lunes, 13 de agosto de 2012

Cautela alrededor de un posible tratamiento contra el Alzheimer

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El medicamento ha sido probado en ratones. | El Mundo
El medicamento ha sido probado en ratones. | El Mundo
  • Los especialistas recuerdan lo mucho que queda por hacer en esta enfermedad
  • Los efectos secundarios de este medicamento no son del todo inocuos
María Valerio | Madrid

El pasado mes de febrero, un estudio preliminar realizado únicamente en ratones demostró que un fármaco ya autorizado contra ciertos tipos de cáncer podría revertir los síntomas de Alzheimer en los roedores. Sin embargo, mientras esos mismos resultados logran replicarse en humanos, pacientes y familiares (sobre todo en EEUU) se han dejado atraer por el optimismo del titular. Esta reacción popular ha provocado que esta semana varios especialistas en las páginas de la revista 'The New England Journal of Medicine' pidan cautela y recuerden lo mucho que aún queda por hacer.
El 'problema' radica en que el fármaco (bexaroteno) ya está autorizado oficialmente para el tratamiento de linfomas cutáneos, lo que permite que algunos neurólogos en EEUU lo receten para otra indicación diferente a través de una figura administrativa denominada 'off label' (fuera de indicación). Sin embargo, como recuerdan esta semana Frank LaFerla (de la Universidad de California, EEUU) y Justin Lowenthal, Sara Chandos y Steven Pearson (de los Institutos Nacionales de Salud, NIH), todavía quedan demasiadas dudas por resolver antes de que pueda plantearse siquiera el uso del medicamento en humanos. "No sería la primera vez que unos resultados prometedores en modelos preclínicos [con animales] fracasan en humanos", apunta LaFerla.
"Algunos pacientes me llamaron a los pocos días de aparecer la noticia", admite también el doctor Pablo Martínez-Lage, coordinador del grupo de estudios de la conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología, "pero obviamente, la respuesta es no". A su juicio, aunque el medicamento lleva 13 años aprobado, sus efectos secundarios no son del todo inocuos y, por tanto, "la seguridad en este escenario es desconocida".
Incluso admitiendo que los resultados son prometedores, los especialistas de los NIH insisten en que bexaroteno no debería prescribirse para el tratamiento del Alzheimer en humanos antes de que se lleve a cabo ningún ensayo clínico (lo que está previsto a corto plazo). Porque, como recuerdan a los pacientes, aunque se conocen sus riesgos derivados de su uso como fármaco oncológico, de momento es demasiado pronto siquiera para saber cuál debería ser la dosis idónea en el caso de querer usarlo también en neurología; lo que incrementa las incógnitas.
El ensayo que ha despertado todas estas reacciones de cautela en EEUU fue publicado en el mes de febrero en la revista 'Science'. Gary Landreth y sus colaboradores, de la Universidad Case Western (en Cleveland, EEUU), demostraron que este antitumoral era capaz de eliminar hasta un 75% las placas de proteína beta-amiloide causante del Alzheimer y, lo que es más importante, mejorar las capacidades cerebrales de los animales (cognición, memoria, habilidades sociales...).
A pesar del optimismo, no sería la primera vez que un tratamiento exitoso en ratones no logra reproducir sus resultados cuando se traslada a pacientes. LaFerla sospecha que estos fracasos repetidos tienen que ver con el hecho de que la mayoría de fármacos van dirigidos únicamente contra uno de los 'elementos' causantes del Alzheimer (la formación de placas tóxicas), y no contra todos ellos, como la muerte neuronal o los llamados ovillos neurofibrilares (agregaciones de otra proteína diferente a la beta-amiloide denominada Tau).
De momento, señalan, "es extremadamente prematuro creer que hemos encontrado una terapia efectiva contra el Alzheimer en humanos", rematan los especialistas de lso NIH; "aunque no es prematuro prepararse para esa posibilidad". Una idea en la que coincide el especialista español: "Desde luego los resultados por sí solos no nos permiten hablar de un uso clínico, pero sí son suficientes para iniciar un ensayo clínico que ratifique estas observaciones".
Esta misma semana, las compañías Pfizer y Johnson&Johnson han anunciado que interrumpen los dos ensayos que tenían en marcha con otro medicamento contra el Alzheimer, bapineuzumab, que no ha logrado demostrar mejoría en los grupos de pacientes en los que se estaba probando.
Bapineuzumab actúa contra la proteína beta-amiloide, una de las 'causantes' mejor conocidas del Alzheimer. Sin embargo, este enésimo fracaso comienza a hacer pensar a los científicos que por esta vía no lograrán tener éxito. De hecho, Martínez-Lage señala que el medicamento que ha tenido éxito en ratones, bexaroteno, funciona por una vía totalmente distinta: activa la producción de la proteína ApoE, que de manera innata sería la encargada de destruir las placas tóxicas de manera endógena. Es decir, estimulando un mecanismo natural podría lograrse reducir la placa de beta-amiloide con más éxito.
"Además, no hay que olvidar, que en los pacientes que ya han desarrollado demencia, esta proteína tóxica ya ha causado daños; de manera que necesitaríamos administrar los tratamientos anti beta-amiloide en una fase muy temprana de la enfermedad para lograr ser efectivos", concluye el neurólogo español.
elmundo.es 

jueves, 2 de agosto de 2012

Música para despertar de la demencia

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Silvia R. Taberné | Mario Viciosa (vídeo) | Madrid
Henry, de 94 años, aparece tranquilo sentado en su silla, sin que nada ni nadie de su alrededor pueda sacarle de su mundo. Una demencia severa le había dejado prácticamente insensible a lo que ocurría en su vida... hasta que 'Minnie the Moocher' y otros éxitos de Cab Calloway empezaron a sonar en sus auriculares. Para sopresa de sus cuidadores, Henry se marcó un solo de su canción favorita y comenzó a interactuar con las personas de su alrededor.
Henry es uno de los ancianos que han participado en el proyecto de Dan Cohen, un trabajador social de Long Island (EEUU) que un buen día descubrió el efecto que tenía la música de juventud en los pacientes con demencia senil y Alzheimer avanzado. "Era como si de repente despertaran y, lo mejor, que los efectos duran después de quitarles los cascos", explica el propio Cohen en 'Alive Inside', el documental que ha realizado para explicar esta iniciativa y que se estrenará este otoño en EEUU.
"Realmente es como si la música encendiera a estos pacientes, los anima a moverse, a cantar. Es un ejemplo más de que la musicoterapia puede funcionar", asegura en el documental Oliver Sacks, famoso neurólogo y autor de, entre otros, 'El hombre que confundió a su mujer con un sombrero' o 'Musicofilia: Relatos de la música y el cerebro'.
Vistos los resultados, Cohen se ha propuesto conseguir aparatos de música para cada paciente en los que incluyan una lista de las canciones favoritas de cada uno, ya sea indicadas por el propio anciano o, de no ser posible, por sus familiares. "Hemos visto cómo la música conocida, la que marcó su juventud, es la que ofrece buenos resultados a diferencia del hilo musical, seguramente porque algo en su cabeza la reconoce y les hace salir de ese letargo", comenta una de las cuidadoras de la residencia de Henry.
De momento, 50 asilos de ancianos en 15 estados estadounidensesya están implantando el plan de música personalizada de Cohen. "Si lo piensas, cuando llegue a estas edades también me gustaría tener la música y las películas que forman parte de mi vida, creo que esto te ayuda a no olvidar".