jueves, 29 de marzo de 2012

La memoria se resiente en el hospital

  • A partir de los 65 años, el ingreso hospitalario acelera la pérdida de memoria

  • El deterioro cognitivo que se produce no se recupera después

Una enfermera acompaña a una anciana por los pasillos del hospital. | Iñaki Andrés

Una enfermera acompaña a una anciana por los pasillos del hospital. | Iñaki Andrés

Laura Tardón | Madrid

Quizás lo haya notado con algún familiar que, tras ser ingresado en el hospital, empieza a mostrar algunos signos de pérdida de memoria. Ahora, un estudio recién publicado en la revista 'Neurology' confirma que la hospitalización en las personas mayores incrementa el riesgo de deterioro cognitivo.

Lo acelera hasta dos veces más, según las conclusiones a las que han llegado los autores de la investigación, de la universidad de la Universidad Rush, en Chicago (EEUU). Así lo han observado después de analizar a 1.870 personas con más de 65 años. Con el objetivo de "comprobar una hipótesis que ha sido poco estudiada", se les hizo un seguimiento de 12 años. Cada tres años se evaluaban sus capacidades de pensamiento y su memoria mediante diversos test.

El 71% fue hospitalizado al menos una vez y "observamos que sus habilidades mentales se reducían 2,4 veces más rápido después de su primer ingreso en comparación con su etapa previa" y con aquellos que no pisaron las estancias de un hospital. Y los resultados se mantenían incluso teniendo en cuenta otros factores como una enfermedad grave, un ingreso hospitalario largo y una edad muy avanzada.

Manejo ambulatorio

"Ya teníamos la sensación de que los pacientes mayores salen del hospital con un leve deterioro cognitivo, pero pensábamos que se recuperaban después", explica Jesús Porta, neurólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. "Notamos que tienen más dificultades para retener información en el cerebro y más problemas con las capacidades ejecutivas (funciones de abstracción, de simbolismo, etc.), es decir, de planificación, de enfrentarse a los retos". Por esta razón, en la práctica clínica, "cuando una patología permite el manejo ambulatorio, intentamos explicárselo a la familia y evitar así el ingreso del paciente en el hospital".

Los resultados de este estudio confirman las sospechas de los especialistas. De hecho, una de las conclusiones se refiere concretamente a las capacidades ejecutivas, que se reducen a una velocidad 1,7 veces mayor y también a la memoria, que se deteriora hasta 3,3 veces más rápido. Como explican los investigadores, este desgaste cognitivo puede deberse a que en los hospitales "pierden independencia, no mantienen sus hábitos diarios, influyen algunas condiciones médicas como la diabetes, etc.".

En palabras del doctor Porta, "los pacientes ingresados no salen a la calle, no pasean, pierden mucha movilidad, que está relacionada con la cognitiva. De hecho, está demostrado que el mejor preventivo para el deterioro cognitivo leve, además de estar activo mentalmente, es hacer ejercicio moderado tres veces por semana. Es fundamental". Pero lo cierto, continúa el experto, es que el declive tras el hospital se debe a un conjunto de factores, no sólo a este: "Falta de estímulos cognitivos (sólo tienen una televisión), interactúan con menos personas que en su vida diaria, las complicaciones de cualquier infección que se adquiera en el hospital, los fármacos a veces influyen, etc.".

Y el problema es que este deterioro no se recupera. Uno de los datos más relevantes que apunta el estudio del 'Neurology' es que el desgaste cognitivo que se produce perdura en el tiempo. Ante esta evidencia, señalan los investigadores, convendría "desarrollar estrategias de prevención especialmente dirigidas a grupos de riesgo, como las personas mayores, aquellas que ya tengan leve deterioro cognitivo o que hayan sufrido algún síndrome confusional en ingresos previos".

Por ejemplo, adelanta el especialista español, "reducir el número de hospitalizaciones, intentar manejar las patologías de forma ambulatoria -siempre que sea posible- y realizar las pruebas con más rapidez para que el ingreso más corto".

lunes, 26 de marzo de 2012

Las redes neuronales del cerebro pueden influir unas sobre otras

PUBLICADO EN 'PLOS COMPUTATIONAL BIOLOGY'

cerebro, recurso, neuronas

Foto: JENS LANGNER

MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -

En un nuevo estudio teórico, los científicos del Instituto Max Planck para la Dinámica y la Autoorganización, el Centro Bernstein, y el Centro de Primates alemán, han descrito cómo funcionan las ilusiones ópticas sin necesidad de cambiar los enlaces celulares de la red.

La dirección del flujo de información cambia, según el patrón de tiempo de comunicación entre las áreas del cerebro. Esta reorganización puede ser activada, incluso, por un ligero estímulo, como un olor o un sonido, en el momento adecuado. Esta investigación ha sido publicada en 'PLoS Computational Biology'.

La forma en que las diferentes regiones del cerebro están conectadas entre sí juega un papel importante en el procesamiento de la información; esta transformación puede cambiar debido a las fibras nerviosas que unen los circuitos distantes del cerebro.

Sin embargo, tales eventos son demasiado lentos para explicar los rápidos cambios en la percepción. A partir de estudios experimentales, se sabía que las acciones responsables deben ser, al menos, dos órdenes de rápida magnitud. Los científicos de Göttingen muestran ahora, por primera vez, que es posible cambiar el flujo de información, en una red estrechamente interconectada, de una manera sencilla.

Muchas áreas del cerebro muestran una actividad neuronal rítmica; y los investigadores, ahora, han sido capaces de demostrar que este patrón temporal determina el flujo de información. Según explica el físico e investigador principal, Demian Battaglia, "si uno de los 'metrónomos' se ve afectado, por ejemplo, por un estímulo externo, cambia de ritmo, marcando una alteración del patrón temporal, en comparación con los demás. Así, las otras áreas deben adaptarse a esta nueva situación a través de la auto-organización".

La perturbación aplicada no tiene que ser particularmente fuerte, según Battaglia, "es más importante que el cambio se produzca en el momento justo". Esto podría desempeñar un papel importante en los procesos de percepción: "cuando vemos una imagen, estamos capacitados para reconocer caras lo más rápido posible -incluso si no hay ninguna", señala el investigador, "pero si olemos algo que nos recuerde al vino, veremos, inmediatamente, la copa en la imagen".

A continuación, los científicos se disponen a probar el modelo, en redes con una anatomía más realista; y esperan que sus hallazgos inspiren futuros estudios experimentales.

europapress.es

martes, 13 de marzo de 2012

Predecir la demencia a través de una prueba de imagen

  • El empleo de un marcador químico y el PET ayudan a ver los daños cerebrales

Pruebas de imagen que muestran el avance del deterioro cognitivo. | UCLA

Pruebas de imagen que muestran el avance del deterioro cognitivo. | UCL

Cristina G. Lucio | Madrid

El envejecimiento de la población lleva aparejado un aumento considerable de los casos de demencia. Según los últimos datos, alrededor del 20% de los mayores de 65 años padecen ya cierto deterioro cognitivo -un rasgo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades como el Alzheimer- y se espera que las cifras continúen avanzando en los próximos años.

Esta prevalencia del problema ha hecho que, entre otras líneas de investigación, en los últimos tiempos se haya avanzado en el desarrollo de distintas técnicas para 'adelantarse' a los daños.

Aunque los ensayos aún están lejos de averiguar cómo se puede frenar la enfermedad, sí se han alcanzado resultados prometedores a la hora de identificar a los enfermos potenciales, tal y como demuestra una investigación que se publica esta semana en la revista 'Archives of Neurology'.

Los autores de este trabajo, de la Universidad de California (EEUU), han desarrollado una técnica basada en la tomografía por emisión de positrones (PET) que permite predecir el deterioro cognitivo en un periodo que, de momento, alcanza los dos años.

La investigación

En primer lugar, estos investigadores idearon un marcador químico -denominado FDDNP- capaz de 'adherirse' a los acúmulos de proteína TAU y de beta-amiloide característicos de los cerebros de las personas con demencia que puede 'visualizarse' desde el exterior a través de un PET.

Partiendo de la hipótesis de que esta herramienta podría ser muy útil para detectar cambios dañinos en el cerebro antes de aparecieran los primeros síntomas, los científicos iniciaron una investigación con 43 voluntarios cuya edad rondaba los 64 años y que no presentaban signos de demencia (21 de ellos sí padecían un deterioro cognitivo leve).

Periódicamente, cada participante se sometió a una tomografía por emisión de positrones en las que se había utilizado el marcador FDDNP y, además, a varias pruebas para evaluar su capacidad cognitiva. El seguimiento duró una media de dos años.

Al final del estudio, los investigadores comprobaron que los participantes que iban sumando cada vez más acúmulos dañinos en su cerebrotambién presentaban un peor patrón cognitivo. Principalmente, las áreas más afectadas eran las áreas del cerebro relacionadas con el razonamiento, la memoria y las emociones.

Además, también descubrieron que aquellos individuos con una mayor presencia inicial del marcador FDDNP tenían más riesgo de presentar síntomas clínicos de problemas de demencia al cabo del tiempo.

"Los valores [de este marcador] sirvieron para predecir un deterioro cognitivo en el futuro", señalan en la revista médica los investigadores, quienes ya han avanzado que el próximo paso en su investigación será intentar replicar los resultados en una muestra más grande y con un seguimiento más prolongado.

De momento, confían en que su investigación pueda servir para abrir nuevos caminos en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas. "Podría ser útil no sólo para predecir un daño cognitivo futuro o para identificar a los individuos que más podrían beneficiarse de posibles tratamientos preventivos, sino también para evaluar la efectividad de dichos tratamientos o para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos", concluyen.

elmundo.es