miércoles, 28 de enero de 2009

Las temperaturas muy frías afectan a la gente mayor

El metabolismo y otros cambios en el organismo agravan los problemas invernales.

La hipotermia, el congelamiento y las caídas están entre los peligros invernales que amenazan a los adultos mayores, advierte la Fundación para la Salud en la Vejez de la American Geriatrics Society.

Son más susceptibles a la hipotermia, una disminución peligrosa de la temperatura corporal, en parte porque la gente mayor tiene un metabolismo más lento y produce menos calor corporal que los más jóvenes, apuntó la sociedad. Además, añadió, los cambios del organismo dificultan que las personas mayores sepan cuando hace demasiado frío.

Para prevenir la hipotermia, los adultos mayores deben:

Permanecer bajo techo cuando hace demasiado viento y frío al aire libre. Mantener la temperatura bajo techo en unos 65 grados Fº (más o menos 18 grados Cº).
Al salir, no permanecer al viento o en el frío demasiado tiempo. Usar dos o tres capas de ropa no muy gruesa ni ajustada, que provee más calor que una sola capa de ropa más gruesa. Además, usar un abrigo, sombrero, guantes, botas y una bufanda para cubrir la nariz y la boca y proteger los pulmones del aire muy frío.
Evitar mojarse, lo que baja la temperatura corporal rápidamente.
Entrar si comienza a temblar, lo que podría ser una señal de advertencia de hipotermia.
Estar atentos a las señales de advertencia de la hipotermia, que incluyen: temblores; piel fría pálida o ceniza; sentirse muy cansado, confuso o somnoliento; debilidad; problemas para caminar; y una respiración o ritmo cardiaco más lentos.
Si piensa que usted u otra persona tiene hipotermia, llame al 911.

En el frío extremo, la congelación es otro peligro. Por lo general afecta a la nariz, orejas, mejillas, mentón, y los dedos de las manos y de los pies. Las personas que sufren de enfermedad cardiaca u otros problemas circulatorios están en mayor riesgo de congelación.

Para protegerse de la congelación, se debe:

Cubrir todas las partes del cuerpo cuando se sale.
Meterse bajo techo si la piel se vuelve roja u oscura, o comienza a doler.
Conocer las señales de congelación, que incluyen piel blanca, ceniza o grisácea y amarilla; piel que se siente dura o como la cera; y entumecimiento.
Y de nuevo, si cree que usted u otra persona tiene congelación, llame al 911.

Las caídas son otro peligro para los adultos mayores que se agrava durante el invierno.

Para reducir el riesgo de caídas:

Limpie cuidadosamente la nieve de las escaleras y senderos o contrate a alguien que lo haga.
No camine en aceras heladas o nevadas. Busque caminos que estén secos y hayan sido limpiados.
Use botas que tengan suelas antideslizantes.
Si usa un bastón, reemplace la punta de goma antes de que se desgaste. Tal vez sea buena idea usar un dispositivo parecido a un picahielos que se coloca en la punta del bastón. Están disponibles en las tiendas de suministros médicos.
La Fundación para la Salud en la Vejez también exhorta a los adultos mayores a tener cuidado al quitar la nieve con una pala. El frío sobrecarga al corazón, y el esfuerzo de palear la nieve podría ser demasiado para el órgano, sobre todo si se padece de enfermedad cardiaca. Palear nieve también puede ser peligroso para la gente que tiene osteoporosis.

Los adultos mayores deben preguntarle al médico si es seguro para ellos palear nieve o realizar otras tareas pesadas en el frío. MedlinePlus.

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