domingo, 11 de abril de 2010

El ejercicio físico, vital para los enfermos de Parkinson

MADRID. (EUROPA PRESS)

El ejercicio físico puede ayudar a mejorar la calidad de vida, así como aspectos cognitivos de los enfermos de Parkinson, según han demostrado diversos ensayos clínicos, afirmó la doctora Angels Bayés, directora de la Unidad de Parkinson de la Clínica Teknon, de Barcelona, que el 14 de abril tendrá una reunión con pacientes bajo el título 'La calidad de vida en la enfermedad de Parkinson' en Madrid, con motivo del Día del Parkinson que se celebra hoy.

Según explicó la doctora a Europa Press, es muy importante mantener actividad física y mental desde que se diagnostica la enfermedad, en las primeras fases, por ello recomienda "potenciar las aficiones que siempre se pueden poner en práctica como la lectura, el cine o escuchar música". Así, explicó que en el centro dónde ejerce se ha puesto en marcha un programa psico-educativo que "da herramientas tanto a pacientes como cuidadores, para que sepan cómo afrontar cada fase de la enfermedad desde sus inicios".

La doctora señaló que los primeros síntomas de la enfermedad pueden darse incluso hasta 20 años antes del diagnóstico, "en su mayor parte síntomas no motores, como trastornos del sueño, motilidad intestinal o cuadros depresivos que en un principio no se relacionan con la enfermedad".

Por ello, hasta que no se dan los primeros síntomas inequívocos de la enfermedad no se diagnostica. En estos casos, cuando aparecen los síntomas motores, "se calcula que se ha perdido ya cerca de un 80 por ciento de las neuronas que producen dopamina". Por tanto, se trata de una enfermedad muy difícil diagnosticar tempranamente, pero hay casos en los que se debe estar atento, por ejemplo personas con antecedentes de Parkinson familiar y que presenten varios de estos síntomas no motores, "pueden someterse a una prueba de neuroimagen, que puede detectar si hay una pérdida de estas neuronas, aunque en muchas ocasiones, hasta que no empiezan los síntomas motores la prueba puede ser negativa".

Respecto al tratamiento de la enfermedad, la especialista recordó que hoy en día sólo es sintomático. "Los fármacos que se administran son sobre todo aquellos que ayudan a la transmisión de la dopamina entre las neuronas", explicó y añadió que en algunos pacientes con años de evolución se puede tratar con cirugía. Esta cirugía es especialmente eficaz en aquellos pacientes con diquinesias, movimientos involuntarios, o fluctuaciones 'on/off', que responden bien a la medicación, pero cuando pasa el efecto vuelven los síntomas, en estos casos, "la cirugía normaliza esta curva del on/off". Para frenar la evolución de la enfermedad, "hay varios fármacos neuroprotectores en estudio, pero todavía no existen evidencias científicas claras", señaló la doctora.

Los problemas de los cuidadores

Bayés incidió en el aspecto de la calidad de vida de los cuidadores, ya que según estudios "el 40 por ciento de los cuidadores tienen problemas a causa de la dedicación a los enfermos", explicó.

El cuidador se ve más afectado cuando el paciente tiene "gran incapacidad, problemas afectivos, mentales, confusión o caídas", explicó. Los cuidadores más afectados son los que tienen a su cargo enfermos con "un mayor grado de depresión", afirmó la doctora. "Es muy importante prestar atención a la calidad de vida de estos cuidadores porque su salud repercute en las personas enfermas". En este sentido, explicó que "en algunos de ellos, se dan casos del síndrome del cuidador quemado y presentan sobre todo trastornos depresivos". Finalmente, la doctora dio a los cuidadores una serie de pautas a seguir según la fase de la enfermedad. Así, con enfermos cuya afectación aún es leve, recomendo "que cuenten con el doble de tiempo para hacer las cosas, así como tener presente que pueden aparecer síntomas depresivos".

En pacientes con un grado moderado, que tienen dificultades para caminar, problemas de equilibrio, algunos episodios 'on/off' o síntomas de alucinaciones, "a veces es necesario contactar con el neurólogo de manera regular porque pequeños ajustes de la medicación pueden ayudarles a controlar estos síntomas". Cuando el paciente es ya totalmente dependiente, con problemas graves de movilidad, que tienen para tragar y pueden desarrollar neumonías por broncoaspiración, es muy importante cuidar la higiene y la alimentación, pero sobre todo, la doctora recomienda "cuidar mucho la comunicación, porque estas dificultades pueden hacer que el enfermos se aísle, pero lo ideal es que el cuidador forme con él un equipo".

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