jueves, 1 de abril de 2010

El genoma del pinzón cebra nos dará las claves del lenguaje humano

Investigadores del Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo han contribuido a descifrar el genoma del pinzón cebra, un ave que sirve como modelo de aprendizaje y comunicación verbal, en un trabajo que permite avanzar en la determinación de los genes implicados en el lenguaje.


El estudio puede ayudar a estudiar patologías relacionadas con problemas de comunicación, como el autismo e incluso enfermedades de Parkinson y Alzheimer, y ha sido realizado por el grupo que dirige en la Universidad de Oviedo el Premio Nacional de Investigación Carlos López-Otín, informa la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT).

"El pinzón cebra posee un canto de notable complejidad, que aprende a una edad temprana escuchando el de un tutor adulto y en ese sentido sus características son muy parecidas a las del lenguaje humano", explica Carlos López-Otín a través de un comunicado de FICYT.

El catedrático de Bioquímica y Biología Molecular ha coordinado la contribución española a esta investigación. En el estudio han participado más de veinte laboratorios internacionales, coordinados por Wesley Warren, del departamento de Genética de la Universidad Washington en Saint Louis, Misuri, con el objetivo de determinar la secuencia de los más de mil millones de pares de bases que forman el ADN de esta especie.

Este trabajo convierte al pinzón cebra en la segunda ave, después del pollo común (Gallus gallus), cuyo genoma ha sido secuenciado. Ahora, la comparación entre los genomas de ambas aves permite avanzar hipótesis sobre las características genéticas que determinan la capacidad de comunicación vocal de los animales.

El trabajo también ha analizado los cambios en la expresión de genes en el cerebro del pinzón cebra durante el desarrollo del proceso de aprendizaje y ejecución del canto y ha demostrado que el acto de cantar una breve melodía modifica de manera muy significativa la expresión de más de ochocientos genes del ADN de esta pequeña ave.

Carlos López-Otín explica: "El estudio de las variaciones genéticas que distinguen a un ave incapaz de modular sonidos de forma armónica de otra capaz de aprender mecanismos de comunicación vocal, tal y como lo hacemos nosotros, ayudará a entender la extraordinaria plasticidad del cerebro humano".

La participación española en este proyecto deriva del trabajo de los investigadores del Instituto de Oncología de la Universidad de Oviedo Carlos López-Otín, Víctor Quesada, Xose Antón Suárez Puente y Gloria Velasco.

En declaraciones a Efe Víctor Quesada califica de "muy importante" el descubrimiento del genoma del pinzón cebra, que le distingue de otras aves por tener la capacidad de aprender. "Buscamos el determinante genético de la capacidad de aprender a hablar, que en este caso es probable que sea común entre el ave y el ser humano", explica Quesada.

Por su parte, Xosé Antón Suárez comenta que el pinzón cebra es un "animal modelo" que se lleva utilizando 40 años para investigar cómo se aprende a hablar y a comunicarse entre diferentes individuos. "Su modelo de aprendizaje se asemeja muchísimo al de los seres humanos, a cómo nosotros aprendemos el lenguaje y cómo se lo transmitimos a las siguientes generaciones", ha comentado.

larazon.es

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